París cuenta con un impresionante número de hoteles y posadas de todo tipo, desde pequeñas pensiones familiares hasta magníficos hoteles boutique, caracterizados por su gran encanto y todas las comodidades.
Aparte de las grandes cadenas hoteleras que ocupan edificios más nuevos, la mayoría de los hoteles de París residen en edificios de época, muy románticos y atmosféricos, pero al mismo tiempo sujetos a algunos inconvenientes como la falta de ascensor o aire acondicionado y habitaciones que suelen ser mucho más pequeñas que la media.
En general, los precios de los hoteles en París son muy elevados, simplemente porque estás en la capital del romanticismo, y esto es especialmente cierto en el caso de los situados en las zonas más céntricas o cerca de atracciones y museos famosos.
Por tanto, es necesario reservar con antelación y buscar las soluciones que garanticen la mejor relación calidad-precio, estén comunicadas por metro y ofrezcan todas las condiciones ideales para una estancia confortable.
Los hoteles de París casi nunca garantizan el desayuno incluido en el precio: normalmente hay que pagarlo aparte y por una suma considerable. ¿Nuestro consejo? Desayuna en un café como un auténtico parisino y prueba todas las delicias de la pastelería francesa
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