Este maravilloso pueblo encaramado que parece abandonado en invierno se anima increíblemente durante la temporada de la lavanda. De hecho, desde finales de junio hasta mediados de agosto, este característico pueblo de los Alpes de Alta Provenza se convierte en un jardín al aire libre, con toda la lavanda, el lavandín y las hierbas aromáticas invadiendo el corazón del pueblo, su castillo medieval y su famosa Rotonda.
Encaramado a 650 m de altitud sobre la llanura entre el Monte Ventoux, el Luberon y la Montaña de Lure, Simiane-la-Rotonde es el corazón de la zona de producción de lavanda y lavandín, que abarca 20.000 hectáreas y abastece el 90% de la producción mundial de lavanda.
El pueblo tiene una rica historia y descubrirás espléndidos elementos arquitectónicos que datan de la Edad Media y el castillo de la familia Simiane-Agoult, del que hoy sólo queda la misteriosa rotonda del siglo XII, que domina el pueblo desde lo alto de su colina. Recientemente renovado, acoge cada verano un festival de música antigua.
Dando un paseo por las calles del pueblo, se pueden admirar sa bellas fachadas, puertas y ventanas delicadamente talladas. Alrededor de algunas de las callejuelas se han construido jardines y terrazas que permiten disfrutar de la hermosa vista de los campos azules de lavanda. Apreciarás su encanto con sus enormes extensiones de flores azules que, al caer la tarde, liberan toda su fragancia en las noches estrelladas de verano.
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