La Provenza es famosa por sus productos típicos, únicos y muy especiales, que reflejan el carácter de esta maravillosa región. En efecto, la artesanía provenzal parece inspirarse en las cosas sencillas, la tierra, los colores y olores de la naturaleza, la tradición y las costumbres populares, que aquí se guardan celosamente y se preservan de la modernidad y del paso del tiempo.
Te aconsejamos encarecidamente que evites las innumerables tiendas de recuerdos que encontrarás en cada esquina en favor de los mercados populares y las pequeñas tiendas de artesanía, un derroche de colores, olores y sabores únicos, a cuyo encanto no podrás resistirte.
Obviamente, la lavanda ocupa un lugar de honor en la lista de productos típicos provenzales. La encontrarás a menudo, no sólo en los numerosos artefactos que se fabrican con sus fragantes y diminutas espigas, sino también en los colores utilizados en tejidos y muebles. La forma más común de encontrar lavanda es en bolsitas llenas de sus flores secas, que se envuelven en telas de colores y se colocan en armarios y cajones. Los perfumes de lavanda también están muy extendidos y los encontrarás en casi todas partes.
La Provenza es también la región que ha albergado una antiquísima tradición perfumera que ve su cuna en Grasse. De hecho, los perfumistas de Provenza abastecían a las cortes de Francia en las épocas doradas del Imperio, utilizando el hábil arte de mezclar las fragancias de las numerosas flores y plantas que animan el paisaje provenzal. Una fragancia entre todas es el agua de azahar, que se combina con la espuma de baño de lima y malva.
Otro producto típico son los jabones de Marsella, de todas las fragancias, formas y colores, incluido el jabón de aceite de oliva, de excelente calidad.
La Provenza extrae la belleza de sus productos de su territorio y de sus materiales pobres.
La cerámica, por ejemplo, abarca desde las vasijas de loza y barro hasta la clásica porcelana de Moustiers, desde los objetos de gres hasta los belenes provenzales de barro y tela. De hecho, los santones son los maravillosos personajes que animan los belenes, con atención a cada detalle.
La cerámica provenzal es famosa por sus colores vivos que siempre recurren a temas de la naturaleza local incluso para sus temas, como el cigale, o cigarra, las aceitunas, la lavanda y los ocres. Encontrarás muchas ideas para decorar tu casa entre platos, saleros y aceiteras que alegrarán tu mesa.
La madera de olivo, una planta que cubre el suelo de la Provenza, se convierte en la materia prima de muchos objetos cotidianos, como utensilios de cocina y platos.
Otro producto que verás por todas partes son los tejidos: los algodones provenzales han conquistado el mundo con sus colores tornasolados, cuyos diseños pertenecen a antiguas tradiciones populares. Se venden por metros o se confeccionan en grandes faldas multicolores, chales, camisas, manteles y“boutis”(colchas acolchadas a mano), de Naranja a Tarascona.
La Provenza es un triunfo de la gastronomía mediterránea, rica en sabores tradicionales, antiguos lazos con la tierra y combinaciones insólitas.
Además del aceite de oliva virgen extra y las aceitunas, puedes llevarte a casa muchos productos sabrosos, desde mermeladas de naranja, almendra, miel de lavanda y avellanas hasta tapinade, o patés de todo tipo, desde aromáticos quesos de montaña hasta salsas picantes para sopas de pescado, desde brandade de morue, o crema de bacalao, hasta postres de almendra y vinos y licores.
Para profundizar en la comida y el vino provenzales, te remitimos a la página Qué comer en Provenza.